Historia del cómic mexicano 1

los inicios del cómic mexicano

Aunque es más un antecedente que un cómic o una novela gráfica, no quisiera iniciar esta historia del cómic en México sin mencionar el cuadro histórico del general Santa Anna de José María Barbosa.


Es una de las primeras litografías hechas en nuestro país en las que se narra una historia usando la forma narrativa del aleluya o auca.  Fue publicada en el Calendario de Pedro de Urdimalas de 1856.

Aunque se considera que se considera que la primera historieta es "Rosa y Federico. Novela ilustrada contemporánea" de José Tomás de cuellar y José María Villasana que se publicó en La ilustración Potosina en 1869.

http://rlesh.mogno.com/08/08_cardoso.html


Los cigarros El Buen Tono y sus historietas

La cigarrera El Buen Tono se inauguró en 1884 publicó casi 500 historietas para la promoción de su marca entre 1905 y 1922. 


Estas historietas son propiamente las primeras historietas de monos en ser populares. La cigarrera tuvo su propio taller de litografía y tuvo el gusto de introducir en cada cajetilla una historieta.

Comenzando por "Historia de una mujer", una serie de 102 litografías ejecutadas por el pintor catalán Eusebio Planas.​  En realidad era una colección de cromos que sumaban una sola historia. Una historieta viñeta por viñeta.

Le siguió la serie Don Chepito de José Guadalupe Posada un fumador de marihuana indecente.

Aventuras de un tourista (1903-04), de Jesús Martínez Carrión. que ya eran historieta de varias viñetas tipo cómic.


Las historietas publicitarias de "El Buen Tono" serían continuadas a partir de ese mismo año por Juan Bautista Urrutia.


La influencia del cómic estadounidense

El desarrollo del lenguaje propio del cómic fue notándose a partir de 1908 con la aparición de un verdadero lenguaje secuencial, es decir que ya no se trataban las historias como una secuencia de cromos o estampas comentadas sino como verdaderas secuencias narrativas y también con la aparición de los primeros globos de diálogo.

Las aventuras de Adonis (1908) de Rafael Lillo


El tema de «Las aventuras de Adonis» son las malandanzas de un perro y su dueño.

En esta etapa encontramos también a Macaco y Cahamuco ( 1912 ) de Manuel Torres, Casianito el niño prodigio una obra anónima, Sisebuto de Atenodoro Perez y Soto, Panchito el Corto de Alcalde y Olvera. Obras de las cuales no he podido encontrar referencias gráficas.
En todo el periodo de la revolución encontraremos historietas con temas políticos afines al porfiriato dado que la prensa que las publica tiene ese mismo tono político.

El cómic ya estaba desarrollándose en EEUU pero no fue hasta después del periodo revolucionario que su influencia comienza a notarse en el desarrollo de un cómic mexicano lúdico independiente de la caricatura política.

Con la renovación tecnológica de la prensa y la introducción de la rotativa que impulsa el periodismo industrial, los diarios comenzaron a integrar el cómic en sus páginas, mayormente con tiras procedentes de  Estados Unidos, pero tambíen con material nacional inspirado cada vez más en el nuevo formato narrativo.

Uno de los primeros dibujantes en integrar todos los elementos del cómic estadounidense (narrativa, globos de texto...) fue Andrés Audiffred (Celestino Andrés Audiffred Jiménez).

Su primer personaje fue Lipe el chino para El Heraldo en 1019, trabajó posteriormente para la revista Zig-Zag donde creó la tira Sánchez filmador que posteriormente trasladaría a El Universal. En El Universal creó al personaje Kid Cáscadas .


Junto al guionista  Hipólito Zendejas (Pseudónimo de  Carlos Fernández Benedicto) creo El Señor Pestaña.


Son las aventuras de un "godines" que se dedica a hacer viajes con en compañía de Chon Prieto y kismoloncita.

Andrés Audiffred fue uno de los dibujantes más prolíficos de entre los pioneros del cómic mexicano.

Carlos Fernandez Benedicto, el guionista de El Señor Centellas, y el dibujante Salvador Pruneda crearon  a Don Catarino.


Don Catarino y  su apreciable familia es un cómic 100% mexicano. La forma de hablar de sus personajes, miembros de la clase media urbana, y las situaciones que vivían eran totalmente autóctonas, un reflejo de nuestra idiosincrasia en ese periodo pos-revolucionario.

Apareció a partir del 1 de enero de 1921 como una tira en El Heraldo hasta su desaparición, y tras un breve paso por El Demócrata pasó a El Nacional hasta su desaparición definitiva.

Don Catarino llegó a tener su propia revista que tuvo una corta existencia de menos de 20 números.

 

 Uno de los personajes de historietas de este periodo fue El Ranilla.     Creado en 1922 por Juan Bautista Urrutia (dibuujante de los ya mencionados Cigarros El buen tono)  "Ranilla" es un rechoncho fumador que pronto protagoniza sus propios cuadernillos, convirtiéndose en el primer personaje auténticamente popular de la historieta mexicana. Cuando El Buen Tono se asocia con la Cervecería Moctezuma de Orizaba  los personajes de Urrutia, que siempre se meten en problemas, los resuelven fumándose un cigarro de "El Buen Tono" o bebiendo una cerveza Moctezuma.


Otras serie de la época  fueron Chon y Smith, también del guionista Carlos Fernández Benedicto para El Heraldo de México,  Mamerto y sus conocencias (1925), Adelaido el conquistador (1928) y Segundo I, Rey de Moscabia (1934) en El Universal​ , Chicharrín y el Sargento Pistolas, publicada desde 1936 en el diario Excélsior.

Mamerto y sus conocencias
Adelaido el conquistador



Segundo I, Rey de Moscabia


La primera historieta de grafismo realista, no aparecerá hasta 1936 ya en el periodo que se conoce como  la Época de Oro del cómic mexicano ( 1934-1948  ).Se trata de  Águila Blanca de Alfonso Tirado.


En el próximo articulo sobre la historia del cómic mexicano hablaremos precisamente de esta Época de Oro.



Cómo entender y dibujar cómics